Casa de Oración De Daniel Flores Perez Zeledon Costa Rica  
 
  El espiritismo y la Biblia 27-04-2024 20:04 (UTC)
   
 

El espiritismo: consulta de muertos

La Biblia relata el caso de un muerto que se le aparece a Saúl (I Samuel 28,3-20) ¿Entonces, sí se me puede aparecer un muerto, un fantasma?, ¿Por qué los cristianos decimos que no?

Saúl acude a Dios, pero Dios no le contesta (I Samuel 28, 6). Entonces buscó una mujer que tenía espíritu de adivinación (V.7). Saúl era consciente que eso era pecado contra Dios (V.9).

Es el único caso en la biblia en donde se relata la aparición de un fantasma. Samuel aparece porque Dios lo permitió.

Sin embargo la Palabra de Dios se opone rotundamente a que se invoque a los muertos: "No sea hallado en tí... quien practique adivinación... ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominable para Jehová cualquiera que hace estas cosas" (Deuteronomio 18,10-14).

La Palabra de Dios dice en Hebreos 9,27: "Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio".

Jesús dice lo mismo en Lucas 16,19-31. Dice Jesús que después de morir viene un juicio (que no es el Juicio Final) donde se ubica al muerto o en el Lugar de Descanso o en el Lugar de Tormento. También, agrega Jesús que a los muertos no se les permite venir a esta vida (Verso 27 al 31).

Mucha gente dice que se les apareció un fantasma o muerto. Pero ¿si Dios no permite venir a este mundo a los muertos, qué son?

Muchos consideran que son demonios disfrazados de nuestros seres queridos muertos. Es la gran estrategia que utiliza Satanás para destruir la Biblia y lo que Dios dice sobre la muerte.

A Yiye Ávila, un reconocido predicador, se le murió su madre. Estando descansando se le apareció en el Hotel su madre muerta. Sabiendo que no era su madre sino un demonio disfrazado de su madre lo reprendió: "espíritu demoníaco te reprendo en el nombre de Jesús" y zaz, en cuestión de segundos desapareció.

Si hubiera sido su madre no hubiera desaparecido cuando pronunció el nombre de Jesús, pero desapareció porque era un demonio.

Acotamos también que ningún muerto o fantasma puede sanar, hacer milagros o escuchar plegarias. En ninguna parte de la biblia encontrará eso. Si algún muerto hace milagros, no es el muerto sino algún demonio.

Importante es rescatar el hecho de que los muertos producen temor o miedo o pavor. ¿Por qué le tememos a los muertos, incluso más que a los vivos? ¿No será porque instintivamente sabemos que no son de Dios? ¿Estará la ley natural diciéndonos que las apariciones de muertos no son nuestros seres queridos sino seres malévolos a quienes debemos temer?

En lugares donde se dan fenómenos paranormales de fantasmas que aparecen, el comportamiento de los animales ha sido de un pavor terrible (huyen desaforadamente).

            De alguna manera lo que sí sabemos es que la Palabra de Dios prohíbe comunicarse con los muertos y la razón de ello no la sabemos. Confiemos en que Dios sabe por qué debemos evitar esa comunicación espiritista.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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