EL ESCRITOR BÍBLICO
Dr. Esyin Calderón Valverde

Un elemento fundamental a la hora de abordar el estudio de cualquier libro de la Bibia es conocer al escritor sagrado. Una manera efectiva de conocer al escritor sagrado es su misma obra.

Generalmente todo artista, todo escritor deja plasmado en sus escritos su personalidad, sus gustos, lo que es significativo para su vida y para la de otros, igualmente los acontecimientos relevantes de su momento histórico, etc.

Supongamos que la NASA descubre vida en un planeta determinado y envía para su exploración a un equipo de científicos con distintas profesiones: a un médico, a un religioso, a un deportista, a un educador, a un político, a un ingeniero en programación, a un biólogo, a un químico, a un físico, a un historiador.

Cuando éstas personas regresen a la Tierra y cada uno narre lo que vio y lo que vivió en un libro, plasmará la experiencia vivida desde su postura académica. El religioso tratará de enfatizar en el aspecto religioso, igual el deportista y las otras profesiones. GENERALMENTE ESO OCURRRE ASÍ. No todos relatarán la historia de la misma manera. Tal vez el que tenga un poquito más de veracidad es el historiador, pero el resto, cada uno relatará la experiencia según su propia experiencia, su propio juicio, los acontecimientos históricos que está viviendo en la tierra, los objetivos de vida que tenga, etc.

Se conoce a Dios por su obra. Si el hombre es bueno, significa que el creador es bueno, y plasmó en el hombre una de sus características; si Dios ama la paz, plasmó en el hombre el deseo de paz, y así sucesivamente.

El escritor sagrado, lo más probable es que plasmó en sus escritos su misma realidad: si habían muchas sectas, el como refutarlas, hará significativo el mensaje de Jesús con respecto a su historia personal. Es decir, aunque hayan sido testigos de Cristo, y caminaron con él: cada uno captará lo que fue significativo para su vida, lo que le llamó la atención. De aquí la gran diferencia de los sinópticos con el mismo Juan: cada uno escribe según su realidad.

De las cartas de Pablo podemos captar lo que se proponía, sus metas de vida, lo que era significativo para él, lo que estaba viviendo, y lo que quería que el pueblo conociera.

Por eso, el lector del siglo XXI, el lector crítico, debe tomar en cuenta este elemento a la hora de abordar la Sagrada Escritura, y sobre todo cuando no hay mucha información bibliográfica, o existe información que se contradice. Incluso en nuestros días, yo mismo estoy sujeto a mi realidad presente, y escribo determinado por el momento histórico que estoy viviendo, Y ASÍ PASA CON TODO SER HUMANO: ESCRIBIMOS DESDE NUESTRA EXPERIENCIA DE VIDA.