Los Testigos de Jehová y el Espíritu Santo

Otra doctrina demoníaca presente entre los Testigos de Jehová es el afirmar que el Espíritu Santo es solamente la fuerza activa de Dios, un poder, y rechazan categóricamente que sea una persona como Dios Padre o Jesucristo.

Lo que dice la Biblia

Para los primeros cristianos, e incluso para el mismo Jesucristo el Espíritu Santo estaba a un nivel similar al Padre Dios y a Él mismo, veamos:

"Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo" (Mateo 28,19).

Para Nuestro Señor Jesucristo el Espíritu Santo era tan sagrado y le tenía tanto respeto que proclamó:

"Por eso os digo: Todo pecado y blasfemia se perdonará a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu Santo no será perdonada.  Y al que diga una palabra contra el Hijo del Hombre, se le perdonará; pero al que la diga contra el Espíritu Santo, no se le perdonará ni en este mundo ni en otro" (Mateo 12,31-32).

El Espíritu Santo como persona

Una persona es aquella que tiene actividades propias, es decir, que puede actuar por sí misma. Veamos todo lo que puede hacer el Espíritu Santo:

Habla: "El Espíritu dijo a Felipe..." (Hechos 8,29).

Intercede: "más el Espíritu Santo mismo intercede por nosotros con gemidos inefables..." (Romanos 8,26-27).

Se entristece: "No entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, con el que fuisteis sellados para el día de la redención" (Efesios 4,30).

Dá órdenes: "... pues el Espíritu Santo les había impedido predicar la Palabra en Asia" (Hechos 16,6-7 y 13,2).

Conoce: "... nadie conoce lo íntimo de Dios, sino el Espíritu de Dios" (I Corintios 2,11).

Tiene voluntad: "Pero todas estas cosas las obra un mismo y único Espíritu, distribuyéndolas a cada uno en particular según su voluntad" (I Corintios 12,11).

Ama: "... y por el amor del Espíritu Santo..." (Romanos 15,30).

Convida: "El Espíritu y la Novia dicen: <Ven> Y el que oiga, diga: <Ven> Y el que tenga sed, que se acerque, y el que quiera, reciba gratis agua de vida" (Apocalipsis 22,17).

Puede ser resistido: "...¡Vosotros siempre resistís al Espíritu Santo!..." (Hechos 7,51).

Vea también el Salmo 139,7; Lucas 3,21-22; Hechos 5,3-4; 10,19-20.