La palabra griega PAROUSIA tiene el sentido primordial de "presencia" (de PAREINAI), que aparte del significado profano general suele tener un sentido técnico sagrado. En efecto, en la lengua helenística significa la presencia de un Dios en los actos litúrgicos, es la venida de la divinidad para socorrer a sus fieles, y sobre todo, la regocijada entrada de un soberano o alto funcionario. Y estas parusías se revisten de un ceremonial cada vez más solemne. Por eso, las parusías de los emperadores en las ciudades de provincia constituyen un acontecimiento histórico. Y en el NT, en sentido religioso, la Parusía significa siempre el Advenimiento solemne y definitivo de Jesús al fin de los tiempos, excepto en un texto que se aplica al Anticristo. Incidentalmente