La Reencarnación y la Biblia

Muchos confunden reencarnación con encarnación. La encarnación es el proceso vivido por nuestro Señor Jesucristo, cuando siendo Dios se encarnó en la Virgen María para nacer como hombre: de espíritu pasó a tener carne, por ello se le llama encarnación. Pero la reencarnación es una doctrina diabólica que consiste en creer que después de morir volvemos a nacer en otra persona o animal, produciéndose un proceso cíclico.

La reencarnación es una doctrina herética (falsa) que profesan muchas religiones desde hace siglos. Vemos esta doctrina presente en los escritos de Platón. Es una de las doctrinas fundamentales del Induismo, en la India. En nuestro tiempo, un falso movimiento espiritual denominado, La Nueva Era (New Age) se ha encargado de difundirla.

Los seguidores de esta falsa doctrina manifiestan que cuando una persona se muere, vuelve a nacer en otra persona, animal, vegetal o mineral, dependiendo de lo bueno o malo que haya hecho. Si ha sido bueno sube de clase social, si ha sido malo va bajando de clase social, tipo de animal, vegetal o mineral. Según ellos todos hemos vivido en vidas anteriores.

Los Indúes prohíben que intervengamos en la vida de los pobres, mendigos, enfermos, porque mientras más sufran será mejor para ellos, pues cuando mueran y nazcan de nuevo lo harán en una clase social (casta) más alta.

Desde el punto de vista lógico es obvio que esta doctrina se contradice y se destruye con el argumento de la sobrepoblación.

Desde el punto de vista bíblico es inconcebible. Veamos lo que dice la Palabra de Dios al respecto: "Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio" (Hebreos 9,27).

Eso significa que después de la muerte viene el juicio (no el juicio final) y no la posibilidad de volver a nacer en este mundo otra vez.

Cuando Jesús narró el caso de el Rico y Lázaro (Lucas 16,19-31) dice que después de la muerte tanto Lázaro como el Rico fueron ubicados o en el Lugar de Descanso o en el Lugar de Tormento, según la situación particular de cada uno. En ningún momento nuestro Señor presenta la posibilidad de volver a nacer de nuevo, de volver a la tierra, más bien el texto dice que Dios no permite a los muertos volver a este mundo de nuevo (Verso 27 al 31).

La Reencarnación no es una doctrina cristiana: no posee el más mínimo fundamento bíblico, sino que es una doctrina diabólica, herética, falsa que contradice la Palabra de Dios.

La Reencarnación es una doctrina diabólica inventada por Satanás para desfigurar el concepto real de la vida después de la muerte. No nos dejemos engañar por Satanás.